Cruceros desde Ibiza - Islas Baleares

Dalt Vila es el nombre que recibe la parte más alta del casco antiguo de la isla de Ibiza. Por su belleza e importancia histórica fue reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1999. Su fortaleza de estilo renacentista es la única conservada junto a La Valleta (Malta). La antigua ciudad fue fundada por los fenicios y a lo largo de los años fue puerto comercial muy importante por su privilegiada situación en el Mediterráneo. Por ello, en el siglo XVI, bajo el reinado de Carlos V, decidieron amurallar la ciudad para defenderse de posibles ataques de los barcos otomanos. Su recinto amurallado de 70.000m² cuenta con varios baluartes de defensa, el antiguo mercado, un puente levadizo y varias puertas de entrada al más puro estilo de una ciudad medieval. ¡Ven a conocer el pasado de la isla ibicenca!

Uno de los mayores encantos de Ibiza es el aire de “Peace and Love” que inunda la ciudad. Una sensación de que nada importa, no hay preocupaciones y simplemente disfrutas viendo pasar el tiempo. El famoso Mercado de las Dalias es el lugar idóneo para conocer el ambiente hippie llegado en los años 60 gracias a los coloridos puestos de artesanía, ropa, música relajante en directo, bares y restaurantes donde puedes disfrutar en un ambiente único. Es el lugar ideal para dar un paseo, viajar atrás en el tiempo y llevarse un recuerdo original de la estancia en la isla.

Playa d’en Bossa es la zona turística por excelencia de la isla ibicenca. La zona más popular con las mejores instalaciones. Cuenta con la playa más grande de toda la provincia, repleta de chiringuitos de última moda, bares chillouts, música de DJ’s, actividades acuáticas.... Todo lujo de equipamientos turísticos en sus 3km de costa. Es la mejor zona para ir de copas, comer en un buen restaurante y salir de fiesta en las discotecas más famosas de la isla.

Santa Eulària es la zona tranquila de la isla y una de las más VIP: restaurantes caros, puerto de yates, tiendas exclusivas… Como importante puerto comercial y de paso en el Mediterráneo durante siglos, Santa Eulària tuvo que protegerse de posibles ataques de corsarios y piratas. Este afán de protección se trasladó a todos los monumentos de la ciudad destacando la Iglesia de Santa Eulària, una sorprendente iglesia-fortificación de 1568. Llama la atención su curiosa arquitectura en forma de una fortaleza, su contraste de tonos blancos y amarillos y su magnífica situación defensiva en lo alto del monte. Desde aquí arriba se fija la mejor panorámica de la ciudad y de la costa. No pierdas de vista en la colina las animadas casas de colores y los bonitos molinos.